Los dispositivos móviles suelen reorientar la interfaz de usuario para mantener la visualización en orientación vertical cuando el usuario gira el dispositivo. Si se activa la orientación automática en la aplicación, el dispositivo mantiene la visualización orientada correctamente, pero depende del usuario el asegurar que el contenido se vea correctamente cuando cambie la relación de aspecto del escenario. Si se desactiva la orientación automática, la pantalla del dispositivo permanece fija a no ser que se modifique manualmente la orientación.
Las aplicaciones de AIR se ejecutan en una serie de diferentes dispositivos móviles y sistemas operativos. El comportamiento de orientación subyacente puede variar según los sistemas operativos e incluso en función de los distintos dispositivos en el mismo sistema operativo. Una sencilla estrategia de diseño, que funciona bien en todos los dispositivos y sistemas operativos, consiste en activar la orientación automática y detectar los eventos
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del escenario para determinar cuándo es necesario actualizar el diseño de la aplicación.
Como alternativa, si la aplicación solo admite la relación de aspecto vertical u horizontal, se puede desactivar la orientación automática y establecer la relación de aspecto admitida en el descriptor de la aplicación de AIR. Esta estrategia de diseño ofrece un comportamiento coherente y selecciona la “mejor” orientación para la relación de aspecto seleccionada. Por ejemplo, si especifica la relación de aspecto horizontal, la orientación elegida será la adecuada para dispositivos con modo horizontal y teclado emergente.
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